La belleza de lo efímero.

Ayer me dejo mi perrita luna, quizá este blog no debía iniciar con algo tan personal, como una perdida tan fuerte, ella llego hace 2 años 6 meses y 29 días, día de reyes, 2023, una mañana fría, me aviso un tío que la había encontrado en un basurero, que si me la quería quedar, le dije inmediatamente que sí, era una cosita pequeña, tan indefensa, tan valiente, tan superviviente, tras varios días se decidido que se quedaría con mi madre, que había perdido a su perrita un mes antes, Molita, por cuestiones de la vida, llego la nueva perrita a mi casa, llamada Luna.

Luna creció como si le hubiéramos inyectado hormonas de crecimiento, creció y creció, a los 6 meses enfermo de parvovirus, estuvo dos semanas debatiéndose entre la vida y la muerte y sobrevivió, y regreso a la casa, fueron dos años más que estuvo con nosotros, con una peculiar forma de ser, enojona, posesiva, regañona, inteligente, bella, fuerte, poderosa, con una presencia como su nombre, como la Luna.

Te fuiste ayer, 3 de Julio de 2025 a las 9 de la noche, te fuiste con tus enojos, tus berrinches, tu obsesión por morderme mis pies para que no me fuera, te fuiste tan rápido como llegaste, tu sufrimiento fue corto, pero a mí me dejas una presencia que aunque solo estuviste conmigo 2 años y medio, me duele como si hubieras convivido la vida entera conmigo, me duele saber que no te volveré a ver físicamente, y me haces cuestionar mis creencias de la inexistencia del cielo, porque Dios como quisiera creer en un cielo donde tú y yo nos volvamos a encontrar.

Sin embargo como titule esta entrada, la belleza de lo efímero fuiste tú, que dejas una huella imborrable y la definitiva conclusión que no importa el tiempo, importan los momentos, y los momentos que me regalaste sin duda son eternos para mí, quizá suena inexplicable el dolor para otros y eso es algo que me enoja, que otros no entiendan el dolor de tu partida, y el vacío que me dejas en corazón, verte partir tan joven, tan grande, tan amorosa, me duele increíblemente, no sabes cuanto extrañare tu presencia, y aunque mi dolor es inconmensurable, tu amor también lo fue.

Agradezco a Dios, por no dejarte morir en ese basurero, y por darme la oportunidad de conocerte, de verte correr, de estar contigo, agradezco a Dios por no dejarte morir hace dos años, y agradezco a la vida porque me dejo estar contigo en tus últimos momentos, a que no te fuiste de este mundo terrenal sola, te fuiste con el amor de una familia, con las lágrimas de amor de todos, porque tu presencia cambio la vida de todos, gracias lunita por regalarme tu presencia, tus besos y tus pelos en todo mi carro, no se cuándo tendré el valor de lavarlo.

Concluyo estas líneas, porque a mi corazón aun le duele mucho su partida con cada palabra escrita, tu presencia física fue efímera, tu presencia espiritual será eterna lunita, te amo con toda mi alma.